jueves, 16 de septiembre de 2010

Independencia de España

El 11 de octubre de 1821, la Diputación Provincial de Nicaragua y Costa Rica, reunida en León, proclamó la independencia absoluta de España y la unión al Primer Imperio Mexicano. Sin embargo, Granada y Costa Rica se separaron de la provincia, constituyendo gobiernos propios. En 1823, al producirse la caída de Agustín I, Nicaragua se unió a la Unión Centroamericana, poco después transformada en la República Federal de Centroamérica (1824). La Federación no sobrevivió mucho tiempo, y Nicaragua fue el primer Estado en separarse de ella de modo definitivo, en 1838. Durante el siglo XIX se sucedieron diversos intentos de reunificar América Central, sin éxito.


Plaza de la independencia de la ciudad de Granada.
Nicaragua tuvo una convulsa vida política durante la primera mitad del siglo XIX. Al ser Nicaragua el puente entre los dos oceanos que fue utilizado para el desplazamiento de pasajeros de la ruta del transito propiedad de Cornelius Vanderbilt, ruta por la que circulaban los aventureros, comerciantes y emigrantes que viajaban desde el Atlántico de EEUU, hasta California en donde, hacia 1848-49 se habían descubierto yacimientos de oro, la convierten en un punto estrategico e importante en Centroamérica. En 1854, los generales liberales Castellón y Jérez contratan a través de Vanderbilt los servicios de Byron Cole, en calidad de mercenario. Posteriormente Cole le cede el contrato a William Walker. Este, amparado bajo la doctrina Monroe, se proclama presidente de Nicaragua e intenta hacer de la nación centroamericana un nuevo miembro de los EEUU. Los filibusteros fueron derrotados en la Guerra Nacional que contó con la participación de todos los países centroamericanos, y que en lo que respecta a los nicaragüenses tuvo su episodio más glorioso en la batalla de San Jacinto.
Al concluir el conflicto, Nicaragua se hallaba gravemente debilitada económicamente, la ciudad de Granada había sido incendiada casi en su totalidad y se mantenía la rivalidad entre los liberales de León y los conservadores granadinos. Entre las tantas batallas sostenidas entre los liberales y los conservadores se destaca la batalla del 4 de octubre de 1912 en donde las fuerzas liberales de Masaya, ya sitiadas y derrotadas por los fuerzas conservadoras y norteamericanas fueron socorridas por el General Benjamín Zeledón junto con su estado mayor los Generales Marcelo Castañeda y Horacio Portocarrero.
A partir de 1858 se inició una etapa de recuperación económica e institucional, que constituye uno de los períodos más sobresalientes de la historia de Nicaragua conocido como la época de los treinta años, de predominio conservador. La economía, el desarrollo cultural y social, este último en menor medida debido a la desigualdad de clases, convirtieron al país en el más estable y rico de toda la América Central y en una de las mejores economías del continente, con un sólido régimen constitucional y una administración proba y austera de las finanzas públicas. Todo esto provocó una nueva oleada de inmigrantes provenientes de Europa, principalmente de Alemania e Italia, lo que hizo florecer aún más la economía, mientras El Salvador, Honduras y Guatemala se mantenían en conflictos armados y en Costa Rica se daba una época de golpes militares.
Durante esta época se sucedieron en el poder Tomás Martínez Guerrero (1858-1867), Fernando Guzmán y Solórzano (1867-1871), Vicente Cuadra y Ruy Lugo (1871-1875), Pedro Joaquín Chamorro y Alfaro (1875-1879), Joaquín Zavala Solís (1879-1883), Adán Cárdenas del Castillo (1883-1887), Evaristo Carazo Aranda (1887-1889) y Roberto Sacasa y Sarria (1889-1893). En 1885, Nicaragua se unió a Costa Rica y El Salvador en una alianza militar para hacer frente a las pretensiones del Presidente de Guatemala Justo Rufino Barrios, apoyadas por el Presidente de Honduras Luis Bográn, de restablecer por la fuerza la unidad política centroamericana; pero las tropas nicaragüenses no tuvieron ocasión de entrar en combate, ya que Barrios murió en la batalla de Chalchuapa, poco después de haber invadido El Salvador.
El período de los treinta años concluyó en 1893, cuando fue derrocado el Presidente Roberto Sacasa y Sarria y ascendieron al poder los liberales encabezados por José Santos Zelaya López. Zelaya implantó un régimen dictatorial y se perpetuó en el poder hasta 1909, reprimiendo a sus adversarios e iniciando una etapa de inestabilidad política. No obstante, en términos económicos, gobierno continuó con el desarrollo del país sufragado por la amplia solvencia y excedentes económicos existentes.

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